El comino es especialmente popular en la cocina oriental y latino americana, es uno de los ingredientes principales de la mezcla de especias (chile y curry en polvo). Los quesos holandeses y suizos llevan a menudo semillas de comino como aderezo. En Francia y Alemania es corriente incorporarlas en panes y tartas. Se suele emplear en una gran diversidad de platos: sopas, guisOs, ensaladas, pollo, etc. También es utilizado en la elaboración de aceitunas de mesa, chacinas, mantecas, etc.
En la cocina del Norte de África entra a formar parte del ras el hanout (cuscús), de verduras como el tajín, sopas como la harisa y embutidos como las salchichas picantes merguez. En la India es típico en las mezclas de curry y de garam masala. En la cocina mexicana aporta aroma y sabor al chile picante con carne. En Oriente Próximo es frecuente tostar las semillas para añadirlas a platos de cordero y a guarniciones de pepino y yogurt. El aceite de cominos se usa en perfumería y para aromatizar licores, como el cúnel.
Su principal virtud es su efecto carminativo, es decir, por ser antiespasmódico reduce la generación de gases en el organismo y disminuye las fermentaciones en la flora intestinal. Es muy bueno también para combatir la digestión lenta; actúa en forma efectiva como diurético y se afirma que previene el cáncer de colon.
Los cominos son digestivos, actuando como tónicos y estimulantes del estómago, aliviando las flatulencias.