Como curiosidad destacamos a continuación diferentes usos que se le da al ajonjolí dependiendo de la cultura en la que nos situemos:
- En Europa las semillas de ajonjolí se utilizan para decorar y condimentar el pan de hamburguesas, y en general para bollería, galletas, picos y tortas. El aceite extraído de las semillas es el más utilizado en la cocina Oriental, es excelente para cocinar, aliñar ensaladas y para la fabricación de margarina. Su aceite se utiliza en las industrias cosmética y farmacéutica.
- En Oriente Medio es un ingrediente esencial en el dulce llamado “halvah” y en la pasta llamada “tahini”, muy popular en comidas griegas, libanesas, turcas, árabes y egipcias.
- En China se usa en la elaboración del “Nin bin tang”, es un confite dulce y gomoso, cubierto abundantemente de semillas de sésamo, muy común en los restaurantes chinos de todo el mundo. Para conseguir una textura crujiente se cubren los alimentos con sésamo antes de cocinarlos.
- En Japón, las semillas se tuestan y se echan sobre el arroz y otros platos.
- En España es utilizado en la elaboración de picos regañas, tortas, galletas, polvorones, mantecados y dulces de Navidad.
Destaca por su alto contenido en ácidos grasos omega 3 y omega 6, que ayudan a reducir el colesterol LDL y los triglicéridos. Contiene un alto contenido en calcio (675 mg), hierro (9 mg) y zinc (5 mg).
Gracias a su alto contenido en fibras, el ajonjolí es un alimento especialmente útil para depurar nuestro organismo de forma natural. Entre otros aspectos, su consumo regular en una dieta equilibrada ayuda a normalizar el funcionamiento del intestino, ayudando a depurar el organismo y a eliminar las toxinas. Por su bajo contenido en grasas saturadas se recomienda a las personas que padecen de colesterol alto. Además, tanto las semillas como su aceite tienen un efecto laxante suave.